El fin de semana comprendí el porqué frecuentemente se nos dice, sin siempre decirlo, que una persona debe destacar más por su apariencia física que por su inteligencia. A propósito de ello, recordé a una académica que alguna vez refirió en clase: “Si las mujeres no son bonitas, por lo menos, tienen que ser inteligentes”; en seguida viene a mi mente otra frase que alguna vez alguien osó decirme: “Si tuvieras 10 cm más, serías un forrazo”.
Ambas frases retumbaron y han retumbado en mis oídos y en los de miles de mujeres al rededor del mundo, a quienes nos han hecho creer que los estereotipos de belleza no van de la mano de la inteligencia; que la falta de ambas es la falta de todo; si se carece de una, estamos obligadas a esforzarnos en la otra; así, un sinfín de motivos por los cuales estamos obligadas a complacer a una mayoría que sin ponerse de acuerdo, comparten la misma ideología…
En este mundo tan jodido, la educación de las mujeres está dirigida a conquistar corazones, más que a conquistar mundos.
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